Consciente del poder que albergaba cada color, Le Corbusier, uno de los arquitectos más reconocidos del siglo XX, desarrolló un sistema coherente de colores.

Entusiasmado con los equilibrados colores de la naturaleza, basó su ‘Policromía Arquitectónica’ en una selección de pigmentos inteligente, artística, emocional y apasionada.

Y en Marina (Ercilla 39, Bilbao) contamos con ellos para dar forma a tu cocina.

Los colores de Le Corbusier expresan lo natural y lo básico. Son el resultado de una experiencia única como arquitecto, diseñador, artista y pensador del color. Y gracias a la completa armonía natural que siguen, pueden combinarse de una forma infinita.

¿Quieres descubrir qué nos transmite cada color en el diseño de la cocina?

Si escogemos el rojo, estaremos hablando de un color que representa fuerza y pasión.

Los espacios diseñados utilizando estos tonos resultan siempre muy estimulantes, y son capaces de transmitir una imponente presencia. Nunca pasan desapercibidos.

Nuestra propuesta es combinarlos con tonos más sosegados, más relajados. Así, el resultado puede ser espectacular. Un equilibrio de sensaciones para una cocina que no renuncia a poseer un carácter propio.

¿Y si nos adentramos en el mundo de las tonalidades grisáceas?

Hablamos entonces de “Gris Foncé 31“, “Gris 31“ y “Gris Moyen“. Así se llaman tres de los colores Le Corbusier seleccionados para dar vida a nuestros acabados.

Entre ellos, cada uno de los matices destaca por una característica especial, y pueden ser perfectamente combinados entre sí.

Desde un “gris metálico, suave, cálido y expresivo”, a un “elegante gris reservado“. O incluso un “gris discreto con un efecto natural, neutro y tranquilo“.

Un abanico de posibilidades aplicables al gusto de cada persona.

Un espacio atrevido.

Te presentamos las tonalidades del “Verde Británico“. Una opción con la que conseguir un efecto tranquilo, reservado, y capaz de transmitir una frescura infinita.

Mira este ejemplo.

Aplicamos el verde en los muebles altos, interior de la estantería, y en pequeños detalles. Esto, combinado con el resto del mobiliario en blanco, relaja la fuerza del verde, y conseguimos una cocina natural, fresca y muy viva.

Y si prefieres decantarte por espacios más sobrios, el tono Umbra es para ti.

No llama la atención, es muy discreto, y su personalidad transmite elegancia por los cuatro costados.

En tonalidades cuidadosamente definidas, es perfecto para combinar con blancos, crudos y con maderas de nogal. El resultado será una cocina de lo más refinada.

Otra de las muchas capacidades que tienen los colores, es el poder de destacar espacios y hacer que otros pasen desapercibidos.